SABÍAS QUE…? LOS PROBLEMAS DE CAMBIO CLIMÁTICO AUMENTAN CON LA EXTINCIÓN TOTAL DEL TEPORINGO EN EL NEVADO DE TOLUCA
Para los biólogos, la ausencia de esta especie en el bosque del Xinantécatl representa, además de la pérdida de fauna endémica, un llamado de atención a la humanidad ante la falta de conservación de su hábitat
El conejo teporingo en el Nevado de Toluca está extinto, así lo confirmó la última investigación realizada en 2017 por el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Desde 1966 esta especie, exclusiva de México, se consideró en peligro de extinción en el país y diversas investigaciones realizadas en la década de los 80, 90 y la primera del siglo XXI ya apuntaban a su desaparición.
Para los biólogos, la ausencia de esta especie en el bosque del Xinantécatl representa, además de la pérdida de fauna endémica, un llamado de atención a la humanidad ante la falta de conservación de su hábitat.
Proyecciones realizadas desde 1994 referían que, al 2050, regiones como el Nevado de Toluca enfrentarían serias repercusiones -de no frenar el crecimiento urbano y actividades agropecuarias que afectan al bosque– como su capacidad para captar y retener el agua que surte a la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y a parte de la Ciudad de México.
¿DESAPARECIDO DESDE HACE 50 AÑOS?
Desde 1966 el Libro Rojo de Datos de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza ubicó al conejo teporingo como especie en peligro de extinción.
Ya en la década de los 80´s, del también conocido como conejo zacatuche, no se encontró rastro alguno donde previamente se había registrado, así lo reportan los investigadores Alejandro Velázquez y Francisco J. Romero de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco (UAM), respectivamente.
En su libro “El Conejo Zacatuche, tan lejos de Dios y tan cerca de la Ciudad de México” publicado en 1994, los especialistas ya elaboraban un ambicioso plan de manejo para esta especie, que hasta la fecha no existe en territorio mexiquense, de acuerdo a la investigación de la bióloga, Alma Abigail Luna Gil, de la UAEM.
Esther Quintero Rivero, subcoordinadora de especies prioritarias de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) explicó que en México se consideró oficialmente una especie de riesgo desde 1994.
Para el 2003, el biólogo Gerardo Ceballos González, académico de la UNAM ya lo había considerado extinto del Nevado de Toluca.
Al parecer el último avistamiento de teporingo (Romerolagus diazi) en el Nevado de Toluca se produjo en agosto de 2003, siendo sólo un animal el observado; además se encontraron tres letrinas con excretas con distintos estados de descomposición. Sin embargo, a esa fecha y después de varios recorridos no se han vuelto a ubicar rastros de dicho animal considerándose extinto en el PNNT.
SIN RASTRO EN 2017
En el año 2017 el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas, de la UAEM se dio a la tarea de buscar nuevamente al teporingo.
El coordinador de este espacio universitario, Octavio Monroy Vilchis y su equipo durante seis meses exploraron los lugares del Nevado de Toluca donde habitualmente estaría ubicado.
De entrada es un dato alarmante saber que en más de 200 sitios muestreados, en poco más de cien encontramos muestras de conejo, lo cual en principio nos dice que hay poco conejo, de cualquiera que sea, en el nevado de Toluca y cada vez hay menos
De cerca de dos mil sitios analizados se eligieron seis, donde los excrementos de los conejos perfilaron la presencia de teporingo.
Colocamos cámaras trampa, este tipo de mecanismos cuando un organismo pasa enfrente de él como tiene sensores de temperatura y movimiento activan la cámara, es una herramienta que se ha utilizado en los últimos 15 años todo el mundo para registrar la presencia de especies de mamíferos
Sin embargo, después de haber muestreado por seis meses en estos sitios, no se obtuvo evidencia fotográfica del teporingo.
Entonces actualmente con lo que tenemos y con las evidencias, bien podríamos decir que hasta el momento no existe teporingo en el nevado de Toluca.
LA PRESIÓN HACIA EL XINANTÉCATL, LA CAUSA DE SU EXTINCIÓN
La extinción del conejo Teporingo en el Nevado de Toluca sería el indicador de un suceso más grave como lo refiere la bióloga, Esther Quintero de la CONABIO.
Cada vez tenemos menos hábitat para la especie, porque el hábitat de estas especies que son zacatonales se están destruyendo para meter cultivos, sobre todo de papa, porque son zonas altas y frías se da bastante bien y se está destruyendo esta zona para cultivo de papa, para urbanización; muchas personas piensan que como son zacatonales son tierras que no sirven para nada y entonces empiezan a transformarla en otro tipo de terrenos
Con ello existe una cascada de consecuencias para otras especies que se alimentan de él. Son presas de especies como el coyote y el lince, también en la lista de especies en riesgo, como lo refiere una investigación realizada en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Desde 1994 investigadores de la UNAM ubicaron a la deforestación, el desarrollo de actividades agropecuarias y la expansión de la zona urbana como las principales amenazas a la fauna de los bosques.
La investigación titulada “Importancia del conejo zacatuche en la dieta del coyote y del lince” explica que la presencia de perros ferales pueden ser importantes depredadores de la especie.
En tanto que, el documento oficial titulado “Programa de Manejo del Nevado de Toluca” publicado en 2016 explica que la presencia de bancos de arena y grava ubicados en las inmediaciones del Nevado de Toluca representa una fuerte presión ambiental al ecosistema.
Se compromete seriamente la capacidad de infiltración de agua de lluvia y recarga del acuífero” donde existió el impacto
En 1996 el libro “Ecología y conservación del conejo zacatuche y su hábitat”, editado por el Fondo de Cultura Económica señalaba la presencia de una sobre cacería de esta especie y refería que el daño a los bosques tendría efectos irreversibles a mitad del siglo XXI.
¿FALTA DE AGUA COMO REPERCUSIÓN DE SU EXTINCIÓN?
El diagnóstico que comparten comuneros, ambientalistas y gobierno es que la pérdida de especies como el conejo Teporingo es señal de que la zona forestal va a la baja.
Para la bióloga Esther Quintero de la CONABIO, ante la pérdida del conejo teporingo “también se pierden funciones en el ecosistema que hacen que haya un efecto de cascada, en el que al no haber una parte de ese ecosistema empieza a haber un chorro de problemas asociados a su falta”.
Finalmente, Octavio Monroy Vilchis, coordinador del CICBA de la UAEM, afirma que los estudios realizados en la zona confirman que “cada vez hay menos cobertura vegetal, forestal y menos vertebrados”.
Es una zona muy importante como captadora de agua y es doblemente importante porque es una zona donde capta el agua y donde tomamos en el valle de Toluca y al no haber árboles, al no haber vegetación, eso cambia los patrones de precipitación, de lluvias en general y va disminuyendo y eso va a provocar que haya menos agua