SACROPROFANO / ABUSOS, ATAQUES Y LUCHA DE PODER. “CONTRA EL DEMONIO SÓLO BASTA LA ORACIÓN” #Sabadeando @sacroprofano @vatican_es
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
CIUDAD DEL VATICANO.- Una petición urgente. Antes de su viaje apostólico a los Países Bálticos, Francisco llamó por teléfono al padre Fréderic Fornos y le pidió un favor: Lanzar con urgencia una campaña de oración extraordinaria por la unidad de la Iglesia y contra los ataques del demonio, que siempre busca dividirla. El responsable de la Red Mundial de Oración por el Papa se movilizó inmediatamente. En pocos días, la noticia se difundió a nivel mundial.
Más allá de los graves problemas que sacuden a la Iglesia, la crisis por los abusos y las luchas intestinas, el sacerdote jesuita está convencido de una cosa: El pontífice busca recordar que existe combate espiritual en acto, con un enemigo que pretende aprovechar las debilidades de los fieles para conducirlos a la división y a la muerte. En entrevista con el Vatican Insider ofreció las claves de interpretación a la solicitud de rezar el rosario todos los días durante el mes de octubre, con oraciones dedicadas a la Virgen y al Arcángel San Miguel.
¿Por qué el Papa lanzó esta campaña?
Está claro que la Iglesia está viviendo un momento muy difícil. Se han escuchado escándalos, cosas horribles en muchos países, como los abusos sexuales, de poder y de conciencia. Además se perciben divisiones internas, con ataques o denuncias. Esto crea confusión, malestar, desorientación, hace que muchos se pregunten: “¿Qué está ocurriendo aquí?”. Y otros incluso dicen: “Yo de esta Iglesia no quiero”. Es un tiempo de crisis fuerte. El Papa, pidiendo con urgencia esta campaña de oración, nos ofrece una clave de interpretación sobre lo que está ocurriendo.
¿Cuál es esa clave de interpretación?
Cuando vemos todos estos problemas es normal darles una lectura política, de disciplina eclesiástica o de búsqueda de poder. Se dan muchas interpretaciones, que parten de algunas cuestiones ciertas y otras no, porque todo está mezclado. El Papa nos dice que, si bien existen todos estos fenómenos, es necesario ir más en profundidad para entender lo que hay detrás: un combate espiritual.
¿Qué significa? ¿Eso quiere decir que la crisis por los abusos no es responsabilidad de la Iglesia?
Hay que entenderlo bien, porque se podría usar esta convicción del combate espiritual para justificarse. El Papa no propone eso, no busca quitarse responsabilidad. No se trata de decir: “Nosotros no tenemos ningún problema, los ataques vienen del exterior”. No. Es verdad, hay ataques del exterior, pero en este caso se habla del interior, de nuestras complicidades. Con nuestros defectos estamos dejando espacio a un enemigo.
¿Ese enemigo es el diablo, como se puso en el comunicado de anuncio de la campaña?
Así es. A final de cuentas el Papa nos pone frente al discernimiento, nos dice que hay amenazas que vienen de afuera y que encuentran connivencia en nuestro corazón. Es una mirada sapiencial muy justa, porque cuando todos nuestros problemas los reducimos a un orden psicológico, estos se arreglan con el diálogo y el análisis. Pero cuando se presenta un combate espiritual, podemos dejarle espacio a ese enemigo que intenta arrastrarnos por caminos de división. Diablo, en griego, es “el que nos separa”, “el padre de la mentira”. Hay que entender que este combate va más allá, esto te obliga a posicionarte frente a un enemigo.
Pero no todos, incluso dentro de la misma Iglesia, creen en este combate espiritual…
La mayoría de las veces no nos damos cuenta que existe este combate espiritual, estamos tan centrados en nuestras cuestiones cotidianas que no tenemos un sentido sobrenatural. Otras veces, perdemos toda la dimensión comunitaria del problema. Pero no hay que caer en estas trampas del enemigo. Su influencia no es sólo personal, sino también comunitaria y si existe una manera eficaz de atacar algo, es desde su interior. ¿Qué hace el enemigo de la naturaleza humana? Como un capitán que mira una fortaleza, busca los puntos débiles para atacarlos. Todos sabemos que, en una guerra, es mejor tener un cómplice dentro para que abra la puerta y el castillo caiga.
En este contexto, ¿cómo se entienden los silencios del Papa? Ha sido muy criticado por no responder a las acusaciones en su contra del ex nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganò, de supuestamente haber encubierto al cardenal abusador Theodore McCarrick.
El Papa tomó la actitud de Jesús. Es increíble cómo Jesús, después de Getsemaní, habla frente al Sanedrín pero después se calla. Entra en una especie de silencio, como si hablar no sirviese.
¿No se quiso defender?
En realidad, frente a un enemigo que ya determinó tu perdición, no sirve de nada dialogar. Con el diablo no se dialoga, es imposible. Por eso, la mejor respuesta es el silencio. De otra manera uno cae en la justificación y, si responde, el otro va a añadir otra cosa, y otra, y otra más, perpetuando el conflicto. Pero el evangelio dice claro que frente a las falsas acusaciones, frente a maniobras que vienen del “padre de la mentira”, el cual no se deja convencer por nada y ya decidió llevarte a la perdición, no vale la pena intervenir. El silencio revela al enemigo como es, le quita su vestido de luz.
Pero el silencio podría dar la impresión de confirmar las acusaciones, ¿o no?
Cuando el enemigo de la naturaleza humana nos influencia, las cosas no son negras o blancas, están mezcladas. Hay cosas ciertas y otras que no lo son. Por eso resulta imposible diferenciar. Es una trampa. De aquí que san Ignacio de Loyola insiste tanto en la necesidad de estar vigilantes para ver las trampas del enemigo, para no caer. Es este el despertar interior que tiene Francisco.
¿Cómo fue su conversación con el Papa?
El Papa recordó que la Red de Oración Mundial ya tenía una intención designada para este mes, pero me dijo que sería importante lanzar una campaña de oración por la Iglesia en la situación que está viviendo. Se tomó el tiempo de explicarme todo y me sugirió cómo podíamos presentar esta campaña, señalando claramente que se necesitaba pedir a todos los fieles un esfuerzo extra de oración. Cuando el Papa pide rezar por la Iglesia, no es por la jerarquía, es por todos nosotros.
¿Por qué rezar y no otras medidas?
Él vio a esta campaña como una urgencia, por eso afirmó que necesitamos la oración de todos los fieles. Frente a este demonio, que intenta dividir a la Iglesia, lo único que sirve es la oración. De alguna manera, en todos nuestros corazones caemos en cierta connivencia con el diablo: en la manera de hablar, cómo nos situamos frente a la realidad, estamos siempre con una mirada crítica, siguiendo las cosas que se dicen y son “jugosas”. Ante esto, se requiere la conversión de todos.
¿Qué va a hacer la Red Mundial de Oración para responder al pedido?
Como es un pedido muy excepcional, no podíamos seguir como si nada. Nos propusimos movilizar a todos los fieles. Decidimos suspender la publicación del Video del Papa para este mes durante algunos días y concentrarnos en explicar esta campaña del santo padre.
¿Qué reacciones han recibido?
La petición del Papa se ha extendido rápidamente en las diócesis, las parroquias y los grupos; más rápido de lo que esperaba. Pensaba que sería más largo de lanzar, porque las oraciones propuestas no todos las conocen y son bastante antiguas. Pienso que todo el mundo tiene conciencia de que es necesario rezar por la Iglesia.