SARAHÍ, UNA MAESTRA EJEMPLAR DENTRO Y FUERA DEL AULA: @unamglobal
Ciudad de México, CDMX, MX.- La doctora Sarahí Hernández Pacheco es profesora de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (FES-Z) desde hace 32 años. “Comencé mi carrera docente un viernes, el del 3 de abril de 1992, poco después de terminar la carrera de Médico Cirujano. Por ser el mejor promedio de mi generación me invitaron a dar clases y, desde entonces, he intentado inculcar a mis alumnos aquello que desde siempre me transmitieron en casa: a ser solidarios, empáticos y humanitarios”.
Por tal razón, la académica distribuye su tiempo entre la docencia y el dar consultas médicas gratuita a migrantes (haitianos en su mayoría) que están de paso por Ciudad Nezahualcóyotl, ya que se trata de una comunidad en extremo vulnerable que, debido a las penurias enfrentadas a lo largo de su viaje, experimentan un severo deterioro en su salud.
“Entre las enfermedades que padecen se cuentan hipertensión por la variación de altura entre su país y el nuestro, problemas en las vías respiratorias por el cambio de clima que experimentan en su traslado, lumbalgias por dormir en el suelo o infecciones urinarias. Por ser personas con muy pocos recursos se les dificulta mucho el atenderse y es justo en eso en lo que podemos apoyar”.
Y es que Sarahí Hernández viene de una familia dedicada al cuidado de la salud con una profunda conciencia social, pues su papá y su mamá, además de ser los primeros médicos de Ciudad Neza, también fundaron una clínica —hace 55 años— que buscaba ser una opción en un sitio con demasiadas carencias. Ella recuerda que echar a andar aquel proyecto les fue muy complicado a ambos ya que debieron hacerlo con lo poco que tenían a mano, pero eso sí, “con muchas ganas de ayudar”.
Algo que repito a mis alumnos es que la mejor manera de enseñar es con el ejemplo, asevera la académica, quien añade que ver el impacto en el vecindario de todo lo que hacían sus padres la motivó a estudiar Medicina y a construir, en 2009, otra clínica justo frente a la paterna a fin de dar continuidad a aquello que, hace más de medio siglo, iniciaron sus papás.
“Lo que hacemos los universitarios debe beneficiar a nuestra comunidad y un fenómeno cada vez más notorio en Ciudad Neza (en particular desde octubre de 2023) es el aumento de población haitiana. Ellos vienen aquí por sentirse a la deriva, pues no tienen presidente y su país se ha vuelto tierra de nadie. Esta gente ha sido rechazada y se les complica encontrar dónde vivir o qué comer. El idioma también es un problema porque su lengua materna es el francés y muy pocos hablan español”.
Según el Boletín Anual de la Organización Internacional para las Migraciones, en 2023 arribaron a México, de forma irregular, más de 45 mil personas provenientes de esa república isleña, y la mayoría busca establecerse, al menos temporalmente, en el Edomex. Para atender este problema de forma integral, la profesora Sarahí Hernández no sólo brinda atención médica gratuita a los migrantes que se acercan a su clínica, sino comida y también les ayuda a encontrar dónde vivir, en lo que esperan a que las autoridades les resuelvan su estatus como refugiados.
“Me dieron clases de francés en el CCH Oriente y eso ha sido clave para comunicarme con ellos. Así me he enterado de muchas de sus historias y sé que muchos trabajan en el aseo de casas, en lavanderías, planchadurías o en cocinas económicas. Para ellos tener un empleo es crucial y por lo mismo a algunos les he ofrecido trabajo aquí, en la clínica”.
Como docente, Sarahí Hernández imparte la clase de Microbiología en la FES Zaragoza y las materias de Estudio Médico Integral de la Familia y de Clínicas Médicas en la Clínica Universitaria de Atención a la Salud del Estado de México (perteneciente a la FES-Z), donde el alumnado interactúa con pacientes reales, lo cual le brinda la oportunidad de compartirles su experiencia de trabajar siempre en favor de la comunidad. “Aquí realizamos investigación y brindamos herramientas terapéuticas para apoyar a la gente. Eso es lo más satisfactorio que puede haber”.
Para la universitaria, dejar de ayudar a quienes viven en su localidad no es una opción y eso es algo que quiere transmitir a sus alumnos, porque justo eso es lo que aprendió de sus padres. “Mi papá falleció hace nueve años y nunca interrumpió su labor en la clínica, y mi mamá tiene 83 años y sigue trabajando. Para mí, dar clases es una bendición, me mantiene preparada y actualizada en distintos temas. Me emociona la idea de preparar a los futuros médicos del país, y cada vez necesitamos más”.
Vocación por ayudar
Gabriel Toussaint llegó a México el 26 de octubre de 2023 tras una travesía que no le resultó nada fácil: primero tomó un avión desde su país natal, Haití, hacia Nicaragua, para después viajar en autobús a Honduras, luego a Guatemala y, por último, a Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, donde conoció a la profesora Sarahí Hernández Pacheco, quien desde entonces le ha brindado ayuda incondicional.
“Tuve que dejar Haití porque durante los últimos tres años se presentaron varios episodios de violencia: asesinatos, secuestros y hasta ‘levantones’ contra la población en general. Ahora estoy en espera de la autorización de Inmigración de Estados Unidos para obtener papeles y moverme hacia allá, quiero reencontrarme con mi mujer y otros miembros de mi familia”.
Hoy, él vive en una habitación de cuatro por cinco metros cuadrados con dos camas, un baño, una estufa eléctrica y una mochila donde caben todas sus pertenencias. Ese mismo cuarto ha llegado a albergar hasta a 18 migrantes al mismo tiempo, todos con la misma ilusión: resolver su estatus como refugiados para retomar su camino hacia algún sitio seguro.
Para la profesora Sarahí Hernández, es necesario apoyar a los haitianos en su camino ya que, “conforme avanzan hacia su último destino, crean comunidades muy solidarias. Cuando Gabriel llegó a la clínica fue porque alguien más le recomendó venir a atenderse una molestia que traía en ojos y cintura. Ahora él es quien les dice a sus compatriotas dónde recibir atención médica gratuita. Es importante crear esas redes para que quienes llegan, aunque no conozcan nuestro país, sepan a dónde ir”. Gabriel Toussaint confía en que, en breve, verá a los suyos y sabe que en gran parte eso se debe al apoyo recibido en la clínica de la doctora Hernández. “Agradezco mucho a la gente de la UNAM por los cuidados médicos brindados. Es un trabajo colosal e invito a los universitarios a continuar apoyándonos a nosotros, los migrantes”.