TOLERANCIA POR EL BIEN COMÚN @ErikaSolorio02 #JuevesDeMasColumnas EN @ContraReplicaMX
Por Erika Solorio, activista de derechos humanos, asesora política, comunicóloga social. Mtra. Administración y Políticas Públicas con Enfoque en Gestión Política.
El Museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México nos recuerda que debemos ser tolerantes para evitar que se cometan más atrocidades en el mundo, es un lugar para hacer conciencia y recordar que todas las personas somos iguales.
El pasado sábado 31 de agosto tuve el honor de dar una ponencia ante más de 200 personas en el museo, un lugar tan emblemático a nivel Latinoamérica, un recinto que exhibe muchas de las injusticias y atrocidades que se han vivido a lo largo de la historia de la humanidad.
La congruencia a favor del bien común siempre será fundamental, porque no basta con hablar de derechos humanos hay que trabajar para respetarlos. Es responsabilidad de todas las personas.
Como dijo Eleanor Roosevelt: “no basta con hablar de paz; hay que creer en ella. Y no basta con creer; hay que trabajar para conseguirla”.
El año pasado fui a dar un curso sobre derechos humanos al penal de mujeres en Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, aquí en la Ciudad de México, les pedí llevar el mensaje a sus amigas, amigos y familiares sobre el respeto a los derechos humanos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos emitida el 10 de diciembre de 1948 está hecha para todas las personas, sin importar ninguna condición, en ella se encuentra el derecho a la vida.
El artículo 3 destaca: “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
En México en el año 2020 durante la pandemia 1,150 niños, niñas y adolescentes se suicidaron, nuestra infancia no tiene que sufrir.
Las personas que se dedican a hacer programas de gobierno o políticas públicas tenemos una gran responsabilidad, trabajar en la prevención del suicidio, la prevención de los delitos.
Las políticas públicas deben de hacerse en colaboración con la sociedad, las opiniones de las personas siempre serán importantes.
La no violación a los derechos humanos de todas las personas es de carácter urgente, es importante hacer valer el derecho a la vida; el suicidio es un problema de salud pública, pese a los esfuerzos los decesos continúan.
Trabajemos en la prevención del suicidio, no es un tema ajeno, ustedes lectores lo saben…
No podemos deshumanizarnos, no podemos cruzarnos de brazos, resulta sorprendente que han pasado varias décadas, y el problema va en aumento.
El tema de la salud mental se ha dejado de lado, todas y todos merecemos una mejor calidad de vida. Trabajemos por el bien común.
· El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destaca que hay 100 millones de niñas y niños abandonados en todo el mundo, 40 millones habitan en América Latina.
· “Cada año, cerca de 703 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo”, (ONU, 2021).
· “Las personas afectadas por la pobreza, los conflictos y los desastres ambientales son las más vulnerables a ser víctimas de la trata de personas”, (ONU, 2024).
¡El horror de las cifras!
