TRAS LA PUERTA DEL PODER/ SHEINBAUM: NI RAYAS NI DESVIACIONES; AMLO: QUIENES HABLAN DE “MAXIMATO” NO SABEN NADA #MartesDeColumnas @_RVizcaino
ROBERTO VIZCAÍNO
The Wall Street Journal le puso el cascabel al gato. Y con su editorial donde advierte que el presidente Andrés Manuel López Obrador pareciera estar preparando la extensión metaconstitucional de su mandato, “El Maximato” para decirlo sin rollos, y no para entregarle el poder a Claudia Sheinbaum.
Y otros pidieron a la presidenta electa “pintar su raya” del mandatario saliente, y ya dejar de seguirlo a todos lados por el país y en sus dictados.
El mandatario, irritado, cuestionó al diario estadounidense y lo acusó de hacer suyas las proyecciones que realizan los enemigos de su gobierno como el señalar que el Gobernará de trasmano, como lo intentó en su época Plutaarco Elías Calles.
Y reiteró que él se va apenas le entregue la Banda Presidencial a Claudia Sheinbaum.
Ella a su vez advirtió que a quienes le piden “pintar su raya de AMLO” les respondía que simplemente no podía hacer tal cosa porque eso sería traicionar al pueblo de México.
Dijo que antes de romper u oponerse al presidente saliente, ella continuará todos sus proyectos y programas, obras y mandatos, porque esos serán el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si The Wall Street Journal buscaba obtener un deslinde, logró clarificar lo que muchos empresarios, analistas, intelectuales y líderes políticos ven desde siempre: AMLO gobernará aunque se vaya y no quiera saber nada más de la Presidencia de México.
¿Ironía? ¡No! para nada, esa es nuestra realidad en México.
Yo le pregunto a usted seriamente: ¿Usted le cree a López Obrador de que se va a ir a su rancho-hacienda-tierrita en Palenque?
¡Acertó, yo tampoco!.
MONREAL: FOROS QUEDARÁN PARA LA HISTORIA, EN MEMORIAS
Ricardo Monreal, coordinador de la mayoría senatorial de Morena, y presidente de la Junta de Coordinación política del Senado; virtual coordinador de los diputados federales de este partido en la siguiente legislatura, y como tal el principal responsable en sacar adelante las reformas constitucionales del presidente Andrés Manuel López Obrador, en especial la Reforma al Poder Judicial que establecería que ministros, magistrados y jueces deben salir por vía del voto popular, dijo ayer en el furo de Guadalajara:
“Hemos decidido hacer memorias de todo lo que se esté aquí diciendo. Cada una de las participaciones de jueces, distritos, ministros, estudiosos del derecho, universitarios, las revisamos puntualmente, todas”.
Recordó que la primera Constitución de México, la de 1824, cumplió 200 años en este 2024 y desde entonces, en las distintas constituciones promulgadas, la relación entre los tres Poderes fue aceptable y de colaboración; salvo en algunos momentos que registra la historia, cuando se presentaron presagios de tormenta y conflictos que finalmente se resolvieron y atenuaron.
“En la mayor parte de estos 200 años, salvo momentos de lucidez e independencia en ciertas épocas, se había aceptado la colaboración entre Poderes, entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial e incluso implícitamente se admitía la subordinación del Judicial al Ejecutivo e incluso del Legislativo al Ejecutivo; dado que la influencia de este último era preponderante para la designación de los ministros de la Corte y la de éstos, a su vez, en relación con jueces y magistrados, pues recaía en aquéllos aplicar su decisión vertical.
“La Corte se fue alejando del ideal de justicia, profundizando el nepotismo y el Poder Judicial, al punto de que circuitos completos pertenecían a una sola familia; y con ello el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de la justicia al mejor postor, sí ocurrió y sigue ocurriendo actualmente.
“La reforma de Ernesto Zedillo, de despedir con pensiones vitalicias atractivas a los 26 ministros en funciones y nombrar a un nuevo cuerpo de 11 ministros, despertó la esperanza de que la impartición de justicia mejoraría y que la obligación de hacerlo de manera pronta y expedita dejaría de ser letra muerta.
“No fue así, y se profundizaron tanto el aislamiento social como el deterioro de la impartición de justicia. La Suprema Corte se fue convirtiendo en una élite poderosa e inatacable, intocable también; llena de privilegios y alejada de la sociedad, distante de los sentimientos de los justiciables.
“En el 2018 irrumpe en la sociedad una alternativa política que se fue traduciendo en un cambio de régimen y en una transformación de las instituciones. Muchos de los actores sociales, económicos y políticos creyeron que la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno, sería más de lo mismo y que como ocurrió en el 2000 con Vicente Fox, continuaría el mismo estado de cosas en México.
“Se equivocaron quienes presagiaron esta situación, y poco a poco se dieron cuenta de que el inicio del cambio de régimen y la transición política era real y profunda.
“Así, habiendo muchos pendientes en la República, el presidente aplicó sus prioridades: la política social humanista, la distribución equitativa de la riqueza, la separación entre el poder económico y el poder político; la aplicación de la austeridad como política de Estado y la política de bienestar como uno de los imponderables. Además de la rendición de cuentas por parte de todos los sectores, incluyendo el sector empresarial o de todas las personas contribuyentes, sin importar su poderío o su influencia.
“Es decir, atendió primero la casa propia, el elefante reumático al que se refirió de manera frecuente y detonó un gasto social a las inversiones como obras de desarrollo emblemáticos: La refinería, los aeropuertos, las carreteras, el Tren Maya, el Interoceánico y muchas otras obras más.
“Y en el primer tramo de gobierno del presidente López Obrador, la relación con el Poder Judicial fue institucional, sin sobresaltos, sin excesos. Sin embargo, no faltaron iniciativas y propuestas para mejorar la impartición de justicia.
“Siendo Presidente de la Corte el hoy ministro en retiro Arturo Zaldívar, le planteó, o se planteó una Reforma insuficiente, incompleta, para que caminara el Poder Judicial.
“El Mandatario nacional hizo suya la propuesta y prosperó en el Congreso de la Unión, aprobamos las reformas. No obstante, dejó insatisfechos a muchos, a muchas personas que pensábamos que se requería una mayor profundidad”.
Y en este momento es que se da este nuevo empuje para ir a un nuevo sistema en el Poder Judicial, advirtió Monreal con todas las circunstancias a favor de poder hacerlo.
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