TRUMP. QUIÉN VOTÓ POR ÉL
Del triunfo de Trump se ha dicho mucho, y se va a decir más. A mi aun me parece increíble, que el hijo de una crisis cultural en Estados Unidos, un hedonista y sexista, vaya a ser Presidente del país más poderoso del mundo. Es peligroso, no sólo para México, sino para el mundo entero, el que Trump mismo, haya sido catalogado como un fascista al nivel de Hitler, por su totalitarismo, nacionalismo exacerbado, racismo, intervencionismo e intolerancia.
Pero lo hecho, hecho esta, y como diría la difunta Mercedes (mi abuela materna que era una sabia) “esto no nos lo quita ni Dios Padre.” Sin embargo, para suponer lo que nos viene y tomar decisiones adecuadas, es muy interesante tratar de saber quién apoyó al Sr. Trump con su voto. Lo más seguro es que lo sigan apoyando hasta que se den cuenta (ojalá que sea pronto) que se equivocaron.
El complicado sistema electoral americano, no siempre otorga la presidencia a quién obtiene más votos, como el presente caso, y eso complica más mis suposiciones, sin embargo, refleja el estado de ánimo y el sentir de la población respecto a los candidatos a gobernar, por lo que si existen evidencias que me permiten inducir quienes votaron por “el personaje”.
Como primer punto, nos percatamos pronto que Hilary Clinton fue una contrincante débil a quién parecía no gustarle estar en campaña, lo más grave es que fue el mejor candidato entre los que jugaron por el Partido Demócrata, lo que significa que, la “caballada estaba muy flaca” por ese partido. Buena en el debate, mala en campaña. Le dio a Trump el voto de los indecisos.
Segundo punto, Donald Trump, en algunos debates Republicanos llegó a alardear de su pene. A todas luces no es un político de carrera, aspecto que le llevó a sumar los votos de todos aquellos que, están hartos de esa raza tan especial y en caída que es la política.
Tercero, el voto de la clase trabajadora y obrera blanca que creyó en su discurso mentiroso respecto a que la escases de empleos, y salarios estancados se debe al desplazamiento de industrias a otros países.
Su odio hacia los inmigrantes, no sólo mexicanos a quienes acusó de criminales y violadores, le ganó el voto del cuarto grupo, el de los que se creen una raza superior, el del grupo que le compró la fantasía del “muro” de los que le creyeron en su slogan “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande”
Por último, para el quinto grupo (last but not less) citaré a Paul Berman, … “el permiso para regresar al tipo de odios racistas que, en décadas recientes, se han considerado inaceptables en Estados Unidos” “Son personas que lo apoyan precisamente porque es grosero, arrogante y violento, lo que permite que ellas también lo sean. Lo miran como su liberador, como el hombre que les permite, al fin, dar rienda suelta a los odios que expresan su angustia y su infelicidad”.
Este es el grupo de todos aquellos que piensan en Estados Unidos como el regente del mundo entero que debe seguir “metiendo su cuchara” en los gobiernos de todos los países.
En verdad que la elección de Trump me deja muy preocupado ya que estoy convencido, que ganó el voto del odio y los malos sentimientos.
