TRUMP SOLO VE AHORROS EN LAS EXPULSIONES DE ESTADOUNIDENSES DE RUSIA
WASHINGTON.- Donald Trump volvió a desafiar este jueves la ortodoxia política. El presidente estadounidense agradeció con sorna a su homólogo ruso, Vladimir Putin, la decisión de Moscú de expulsar a 755 diplomáticos estadounidenses en el país como represalia por las nuevas sanciones a Rusia aprobadas por el Congreso.
“Quiero agradecerle porque estamos tratando de recortar nuestro gasto en nóminas. Estoy muy agradecido por que él haya dejado ir un número grande de personas. No hay ninguna razón real para que vuelvan”, dijo Trump a la prensa en su club de golf de Nueva Jersey, donde está pasando sus vacaciones. “Vamos a ahorrar mucho dinero”.
Es imposible saber si Trump hablaba con algo de ironía, pero su reacción contrasta con la del Departamento de Estado, que criticó la decisión de Moscú. No es la primera vez que el republicano rompe reglas básicas de conducta diplomática, sobre todo con un país considerado rival como Rusia. En julio de 2016, instó al Kremlin a encontrar los correos electrónicos borrados en el servidor privado de Hillary Clinton. En ese momento, según los servicios de inteligencia estadounidense, Moscú inició una campaña de ciberataques para tratar de ayudar a Trump a ganar las elecciones presidenciales
Como candidato a la Casa Blanca, Trump elogió repetidamente a Putin y abogó por un acercamiento a Moscú, que se plasmó en la primera reunión que mantuvieron ambos hace un mes. Sin embargo, los lazos con Rusia del entorno de Trump son una fuente constante de problemas para el presidente. Han forzado dimisiones y han propiciado varias investigaciones para dirimir si Trump se coordinó con la injerencia electoral rusa.
El presidente niega cualquier coordinación con Moscú. Y este jueves dijo estar dispuesto a colaborar con Robert Mueller, el fiscal especial de la trama rusa que fue nombrado sin su consentimiento por el Departamento de Justicia. También descartó despedirle, como había sugerido recientemente.
El magnate inmobiliario se opuso a la nueva ley de sanciones a Rusia aprobada por el Congreso en julio, pero, a regañadientes, decidió firmarla. Tras aprobarse la norma, Putin ordenó la reducción del personal diplomático de EE UU en Rusia, que asciende a unas 1.200 personas. La mayoría de empleados afectados serán presumiblemente rusos, por lo que es difícil que los funcionarios estadounidenses pierdan su trabajo.