UN DÍA COMO HOY… 08 DE DICIEMBRE NACE EL MÁXIMO ARTISTA PLÁSTICO DE MÉXICO, DIEGO RIVERA: @gallorobledog EN @GlobalMediaMx
SAN LUIS POTOSÍ, SLP, MX.- “…sus ojos, entre húmedos e incisivos, como pequeños lagos prestos a reflejar el mundo…”
Un día como hoy 8 de diciembre, pero de 1886, nace el célebre pintor mexicano don Diego Rivera.
El emblemático don José Alameda -escritor non- le dedicó unas líneas en su obra “Seis poemas al Valle de México y Ensayos sobre estética” (1974). Maestro de las letras, recordado como extraordinario cronista taurino, pero poco conocido como superior escritor y no solo de temas taurinos. Crítico de profundo análisis, en este libro, de la obra de Velasco a José Luis Cuevas, de Goya a Picasso y Dalí…
Y por supuesto del gran Diego Rivera:
“Viendo a la pared y recordando a Diego.
He llegado al viejo edificio de la Secretaria de Educación Publica… y he vuelto a ver gentes y gentes que, sin levantar la vista hacia los frescos de Diego Rivera, van y vienen por escaleras y corredores…”
Diego tenía: “…sus ojos, entre húmedos e incisivos, como pequeños lagos prestos a reflejar el mundo, se posaban, analíticos, sobre gentes y cosas; impresión que tuve desde la primera vez que nos vimos y que se tradujo en un inmediato acercamiento psicológico hacia aquel hombre que ya tenia por entonces tanto de viejo y todavía tanto de niño…
…
Diego, que pintaba frecuentemente con la palabra mejor que con el pincel, me tuvo allí bastantes minutos, como si nos hubiéramos abstraído en un oasis del tiempo. Empezó por disertar unos momentos, con cierta complacencia infantil de erudito, sobre motivaciones históricas y sociológicas, que fueron siempre su lastre, pero pronto su espíritu de artista lo llevó hacia lo concreto…
Y al recordar a Diego Rivera, hoy que ante sus frescos de la Secretaria de Educación Publica he vuelto a ver tantos y tantos ojos ciegos, comprendo, una vez más, que el arte será necesario para algunos, pero que en definitiva es el lujo de una cultura.
Frente al arte, hay tres distancias de la mirada: la del que lo crea, la del que lo goza, la del que lo ignora.
Sólo para el que lo crea es necesidad. Para el que lo goza es lujo. Las demás pasan de largo, por los corredores de su pequeño purgatorio cotidiano.”
José Alameda
Gustavo I. Robledo Guillén