UN DÍA COMO HOY… 23 DE SEPTIEMBRE DE 1939, HACE 8 DÉCADAS FALLECIÓ SIGMUND FREUD, PADRE DEL PSICOANÁLISIS

NACIONAL

CIUDAD DE MÉXICO, MX / AGENCIAS.- En el imaginario colectivo, la figura del pensador que abrió la ventana hacia las regiones más profundas del inconsciente humano es clara hasta para la persona menos especializada en el tema: Sigmund Freud.

“Padre del psicoanálisis”, se dice de manera monográfica sobre el médico austríaco, fallecido hace 80 años un día como hoy, quien, interesado por atender desordenes mentales como la histeria y la neurosis más efectivamente que con la hipnosis, contribuyó a tratar el malestar psicológico con una técnica que pervive aún.

A la vanguardia de los descubrimientos científicos en varias ramas de las ciencias sociales y la medicina, Freud pudo construir una conceptualización global tanto del ser humano y su mundo externo como de su mundo interior.

“Fue él quien realmente le dedicó un estudio profundo a ver qué es toda esta parte de la mente humana que está llena de información y llena de datos, llena de impresiones, algunas con lenguaje y otras todavía ni siquiera con lenguaje, pero que están guardadas y que, de alguna manera, motivan tus acciones”, comenta en entrevista Rosa Corzo, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM).

Y es que su sistema teórico de la psique, o metapsicología freudiana, está fundamentado en la diferenciación entre lo consciente y lo inconsciente, habiendo una preeminencia de éste último, frente a la consciencia que en realidad es un estado transitorio y mera superficie del aparato anímico.

“Sigmund Freud fue un pionero en el pensamiento humano del mismo calibre que Copérnico o que Darwin. Redujo nuestro ego a saber que tenemos una vida mental que escapa la mayor parte del tiempo a nuestra consciencia”, indica Rodrigo Corona, psicoterapeuta de corte psicoanalítico por la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica Grupal (AMPAG).

El yo y el ello, conceptos acuñados por Freud, expresan estas dos instancias: lo racional y lo pasional, a los que se agrega el superyó, una fuerza moral y coactiva. Elementos del aparato psíquico que subyacen a toda acción y reacción humana.

“A través de esta práctica, arte y ciencia que es el psicoanálisis, se permitió el estudio de estas fuerzas que explican en muchas ocasiones nuestra conducta siguiendo patrones reconocibles a través del método”, destaca Corona.

“(Freud) desarrolló este método científico para descubrir el contenido del inconsciente, y que entonces tú fueras realmente más dueño de lo que haces y de tus reacciones, porque ya sabes de dónde vienen. Esa fue su gran aportación”, añade Corzo.

Que existe la sexualidad desde la infancia; que nuestra conducta no es voluntaria, y que los sueños tienen un significado y fungen como punto de acceso a contenidos inconscientes fueron ideas polémicas que granjearon a Freud críticas en su momento, pero que, paulatinamente, terminaron por dar paso a una multiplicidad de escuelas psicoanalíticas distintas y en evolución hasta nuestros días.


GRUPOS Y CORRIENTES

Fernando González, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, formado por el Círculo Psicoanalítico Mexicano (CPM) y estudioso de la historia del psicoanálisis, precisa que esta disciplina arribó al País por dos vías. Por un lado, el psicoanalista alemán Erich Fromm se instaló en Cuernavaca en 1950, y comenzó a formar expertos en “psicoanálisis humanista”. Y, por el otro, varios mexicanos viajaron a formarse en la Asociación Psicoanalítica Argentina, entre ellos Santiago Ramírez, José Luis González Chagoyán y Gustavo Quevedo.

En 1956, fue fundada la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM) por los psicoanalistas Rafael Barajas, Fernando Césarman, Luis Féder, Ramón Parres, José Remus, Estela de Remus y el propio Chagoyán, todos ellos formados en Europa, Estados Unidos y Argentina.

El grupo de Fromm y la APM, formaban como psicoanalistas sólo a quienes se habían graduado como médicos y psiquiatras.

En los 70, hubo una ruptura entre los miembros de la APM y algunos de sus miembros se integraron al CPM, constituido en el 71 por el psicoanalista Raúl Páramo y por Armando Suárez.

“Fuimos el primer grupo (el CPM) que postulamos que se podía ser psicoanalista sin ser médico. Porque el cuerpo psicoanalítico no es el cuerpo anatomofisiológico de los médicos; pero, en cambio, (el psicoanalista) debía saber filosofía, lingüística, antopología”, detalla González.

En el 75, con el exilio argentino, se reformuló el campo psicoanalítico con la llegada de Armando Bauleo, Marie Langer, Mara Lamadrid e Ignacio Maldonado; y en el 76, Nestor Braunstein, Marcelo Pasternac y Miguel Sosa. Algunos de éstos, como Pasternac y Braunstein, entonces de corriente “freudalthusseriana”, recuerda González, también se integraron al CPM. En los 80 se convirtieron al “lacanismo”, y, como es común en esta historia, terminaron por dividir sus caminos.


UNA CIENCIA VIVA

“Igual que en cualquier rama de la ciencia, después de Freud ha habido numerosísimos teóricos y prácticos del psicoanálisis”, expresa la presidenta de la APN, Rosa Corzo.

“Y cada uno ha ido aportando. El psicoanálisis es una ciencia viva hoy en día”.

Tan viva, que la gente continúa buscándola como una opción para atender afecciones como la falta de sentido en la vida, los sentimientos crónicos de vacío, las dificultades para conservar o enriquecer vínculos afectivos, puntualiza Rodrigo Corona, psicoterapeuta de corte psicoanalítico por la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica Grupal (AMPAG).

“Sentir como que la vida se le está repitiendo a uno una y otra vez es casi la definición operacional para indicar psicoanálisis”, dice Corona.

En el Círculo Psicoanalítico Mexicano (CPM), por ejemplo, trabajan el malestar mental en familiares de desa-

parecidos o en pacientes con secuelas tras los eventos sísmicos de 2017, detalla José Luis González, actual presidente de esta institución -que en octubre celebrará en León, Guanajuato, su décimo Simposio, esta vez dedicado a la violencia-.

A pesar de esta demanda que aún existe del tratamiento psicoanalítico, González admite que se ha visto disminuido ante nuevas alternativas de atención.

“(Está) también el problema del costo, cuánto cuesta formarse, y luego cuánto cuesta atenderse”.

Esto propicia la irrupción de tratamientos con un costo mucho más bajo y, en ocasiones, impartidos por sujetos sin preparación.

“A mí me sorprende que hay quien estudia seis meses y ya le da terapia a la gente. ¿Cómo puedes darle consejos de cómo vivir su vida a la gente después de estudiar un diplomado de counseling? ¡Qué irresponsabilidad!”, exclama Corzo.

Y es que en el psicoanálisis, precisa la presidenta de la APM -que en octubre tendrá en Morelia su 59 Congreso Nacional de Psicoanálisis-, no se trata de decirle a las personas de qué forma vivir.

“El psicoanálisis no es un counseling, tú no tienes al paciente para aconsejarle cómo vivir. En el psicoanálisis lo importante es que la persona descubra quién es, cómo es, qué le afecta, para que pueda tener un poco más de control sobre lo que hace y sobre lo que decide”, describe.

Con instituciones dedicadas al psicoanálisis en varias ciudades del País, entre ellas Monterrey y Guadalajara, el legado de Freud pervive y continúa brindando alivio de este lado del mundo. “Sigue bastante vivo el movimiento psicoanalítico en México”, enfatiza Fernando González.

Variaciones

México cuenta con varias instituciones dedicadas al psicoanálisis adscritas a la Asociación Psicoanalítica Internacional, máximo órgano regulador fundado por Freud.

– Asociación Psicoanalítica Mexicana

– Asociación Mexicana para la Práctica, Investigación y Enseñanza del Psicoanálisis

– Sociedad Psicoanalítica de México

– Las asociaciones psicoanalíticas de Monterrey y Guadalajara.

Rosa Corzo,

presidenta de la APM

“Cualquiera en nuestro País, y en otros, se puede llamar a sí mismo psicoanalista y puede poner un diván. De eso, a que puedan trabajar profesionalmente con la mente de las personas, con su inconsciente, pues hay un trecho. El riesgo es que, si tú no estás bien preparado, tú estás trabajando con humanos”.

José Luis González,

presidente del CPM

“El psicoanálisis no solamente es el clásico del diván; también aborda y se enfrenta a otros problemas y propone otras soluciones. (Actualmente) hay muchas asociaciones, muchos institutos de formación que seguimos trabajando y formando analistas y sigue habiendo gente que requiere de este tipo de servicios”.