UN PRIMER ROUND DE CONTRASTES #MartesDeColumnas @adrianrueda EN @Excelsior

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Chertorivski se autoexcluyó ante el electorado, que lo tenía que ver como opción seria para las urnas.
Lo más valioso del primer debate chilango fue ver juntos por primera vez a los tres candidatos de la capital y poder contrastarlos. Esto no define nada, por supuesto, pero el electorado se puede ir formando una idea de cómo votar.

Si por fuerza se tuviera que decidir un ganador de este primer round, sería Salomón Chertorivski, quien se dio a conocer entre un electorado que no sabía mucho de él.

No es que esto lo ponga en una posición de triunfo, por supuesto, pero sí lo ubica como la bisagra entre dos proyectos: el de la continuidad de Morena –que calificó de conformista– o el de la Alianza por la CDMX, que describió como apocalíptico.

Salomón se ubicó al centro –incluso en la mesa–, y aprovechó para atacar a Clara Brugada y a Santiago Taboada, mostrándose empático ante la audiencia.

Hizo propuestas concretas y fue el único que dio cifras de los recursos que se necesitarían para realizarlas.

Su error fue insistir en que, por darse de sombrerazos, ni Clara ni Santiago lo pelaban, con lo que se autoexcluyó ante el electorado, que lo tenía que ver como opción seria para las urnas.

Presumió su paso por la Secretaría de Salud, y después por Desarrollo Económico del DF, aunque omitió decir que la primera fue con Felipe Calderón, y la segunda con el PRD de Miguel Ángel Mancera.

Por su parte, Taboada, que fue atacado por Brugada con el tan trillado tema del supuesto cártel inmobiliario de Benito Juárez, mostró buenos reflejos para quitarse los golpes y contragolpear al mismo tiempo.

Aunque no dio cifras de cómo se financiarían sus promesas, echó mano de los resultados entregados en Benito Juárez, sobre todo en materia de seguridad, donde presumió ser el número uno en el país.

Habló de hacer de la capital una ciudad moderna, con servicios de primera y en la que los jóvenes tendrán asesoría y apoyo para convertirse en emprendedores, además de aplicar una política de cero clausuras, mediante la capacitación a empresarios y comerciantes.

En su oportunidad, Clara asumió un discurso lleno de lugares comunes, asegurando que haría de la capital una ciudad feliz, segura, con transporte limpio y mucha agua. Una utopía, pues no dijo cómo ni con qué; fue la única de los tres que no ofreció hacer Metro.

La morenista dejó ir la oportunidad de conectar con el sector que necesita conquistar, y sólo dijo que quiere una capital aspiracionista, de clases medias, a contrapelo de lo que en Palacio se dice cada mañana contra ese sector poblacional “influenciable y perverso”, que no apoya a la 4T.

No contestó dos acusaciones directas de Taboada: ¿cómo compró una propiedad por 385 pesos?, y la denuncia de que vende pipas de agua a una fábrica privada de hielo, mientras la población no tiene líquido.

Ahora vendrán las encuestas, aunque los capitalinos son muy escépticos.

CENTAVITOS…
A pesar de que el expriista Adrián Rubalcava presionó el jueves pasado a Martí Batres para que retirará la terna de candidatos –que ya había enviado al Congreso capitalino– para suplir a Sandra Cuevas como alcaldesa de Cuauhtémoc, la pareja que no es pareja y el propio jefe de Gobierno sustituto podrían recibir un revés mañana. Y es que, a pesar de que Martí fue doblado para cambiar los nombres, la Junta de Coordinación Política ya había elegido a un suplente para que fuera aprobado por el pleno, lo que legalmente impide cualquier modificación. Si insisten, probablemente el tema se judicialice y todos pierdan… especialmente los ciudadanos.