VERACRUZ SOS / ADRIANA DELGADO RUÍZ @adridelgadoruiz #MartesDeColumnas
A Valeria y Susana
Hace unas décadas, Veracruz era otro. Las madres de familia cuentan que en Xalapa y el puerto, era común usar el transporte público sin peligro de inseguridad. Coatzacoalcos era próspero. Andar por la Costa Esmeralda era disfrutar de las grandes maravillas hacia donde se volteara la vista.
Hoy, la gente vive prisionera en su propia casa por la inseguridad. Veracruz exige al Estado garantizar la seguridad pública.
La entidad está en SOS. La presidenta de la asociación Alto al Secuestro, Isabel Miranda, afirma que en los primeros dos meses de la administración federal actual, el secuestro aumentó 49.6% y que Veracruz ocupa el ominoso primer lugar. En sus números, en enero hubo 190 de esas privaciones dolorosas e ilegales de la libertad en todo el país, de las cuales 51 corresponden a ese estado en el golfo de México.
El gobernador, Cuitláhuac García, sostiene que esas cifras no concuerdan con las que tiene, pero va a revisarlas. La estrategia de la administración estatal aún no está delineada públicamente, sin embargo, lo que sí esperan los veracruzanos es que sus servidores públicos se comporten a la altura de la situación, terminen con diferendos y haya un enfoque unificado en que el trabajo sea en equipo.
¿Resultados hasta ahora? De acuerdo con la Fiscalía, en los primeros dos meses y medio del gobierno veracruzano se acumularon 300 homicidios, incluyendo 37 feminicidios y 70 secuestros, es decir, la mitad de los registrados en 2018. Otros delitos exacerban el flagelo. En cifras oficiales, los homicidios en enero de 2018 en Veracruz fueron 133; 12 meses después, esa misma cantidad. Los feminicidios aumentaron de cuatro a 11.
Claro, esto no se dio por generación espontánea. En el bienio que duró la administración de Miguel Ángel Yunes, hubo 3 mil 156 homicidios dolosos, 191 feminicidios y 328 secuestros. En los últimos dos años de su antecesora, la de Javier Duarte, 2 mil 825 homicidios, 98 feminicidios y 229 secuestros. Así que no estábamos necesariamente mejor con los anteriores signos políticos. El problema sigue creciendo como una bola de nieve.
Polemizar sólo es mediático y mientras, las historias trágicas se acumulan. En el ámbito federal, tras muchos jaloneos, por fin se dio el acuerdo y una decisión consensuada sobre la Guardia Nacional y su forma. Queda claro, la ruta tiene que ser el acuerdo en beneficio de la gente.
La Guardia Nacional iniciará con elementos de la Policía Federal, el Ejército y la Marina, con formación y disciplina homologada a la que se usa en las Fuerzas Armadas en cuanto a obediencia al mando y planeaciones de despliegue, además de entrenamiento en derechos humanos y proximidad con la población civil. Podrá combatir delitos tanto federales como del fuero común, en coordinación con los estados.
La construcción de las leyes complementarias que acompañarán a su creación serán claves para no repetir errores de las estrategias anteriores. Veracruz, sin duda, será una de las entidades en que su accionar puede marcar una gran diferencia.