¿Y POR QUÉ NO VOTARON LOS QUE NO VOTARON?
JOAQUÍN LÓPEZ-DÓRIGA
¡Ah, el presupuesto! Ese gen igualador. Florestán
Cuando horas antes de la votación de la Ley Tres de Tres las bancadas de PRI y Verde introdujeron un adéndum para descafeinarla, no tenían los votos para aprobarla, pues no hacen mayoría.
Y tras largas, intensas discusiones, se sometió al pleno si se desechaba la versión dura de la 3de3. Los votos fueron cayendo en un cerrado conteo que terminó 59 contra la propuesta dura por 51 a favor, lo que dio paso a dicho adéndum.
La derrota, más que en los votos de esa alianza PRI-Verde, que, reitero, no tenía mayoría, estuvo en los 14 senadores de oposición que, presentes en la sesión, no votaron y que, de hacerlo, hubieran dado un vuelco a la decisión y a la reforma anticorrupción, por 65 votos a 59.
Marcadamente el vacío de los seis senadores del PT, que lo son de Morena, y que encabezados por Manuel Bartlett no votaron: Layda Sansores, Marco Blásquez, Héctor Menchaca, Carlos Merino y Martha Palafox. Ana Gabriela Guevara votó en abstención.
Y los cuatro del PAN: Héctor Larios, encargado en su partido del capítulo anticorrupción; Adriana Dávila, quien en ocho días regresó a su escaño tras la derrota del 5 de junio en Tlaxcala; José María Martínez y el ex coordinador de su bancada y doble ex candidato al gobierno de Colima, Jorge Luis Preciado.
Más los tres perredistas: Luz María Beristain, Alejandra Roldán y Benjamín Robles.
Si estos 14 hubieran votado en línea con su discurso duro, la propuesta priista hubiera sido derrotada.
Pero no lo hicieron y, hasta anoche, no había una explicación racional. Layda Sansores dijo que el PRD no se había acercado a su bancada; Héctor Larios, que tuvo un asunto personal; una senadora panista, que se sintió mal; Bartlett, que no tenía caso.
Estas catorce inexplicables —¿o explicables?— ausencias en el voto dieron la mayoría al PRI, y por eso se perdió el tema, que no el caso.
Ellos fueron.
RETALES
1. Gramaje. Pues los senadores dijeron no a la descriminalización de la mariguana y mandaron a la congeladora la iniciativa presidencial que eleva de cinco a 28 gramos los permitidos. También batearon las bodas igualitarias. ¡Ave María Purísima!;
2. Edomex. Cuando estamos a un año de las elecciones en el Estado de México, avanza el proyecto de Anaya para hacer a Josefina Vázquez Mota su candidata, en alianza con el PRD, que no ha dicho nada. Hace seis años Vázquez Mota dijo no a esa candidatura porque quería la presidencial, que obtuvo. Ahora está puesta; y
3. CdMx. Y la otra sucesión ignorada, pero central, es la de la Ciudad de México en 2018, donde Morena amenaza con terminar con el largo predominio perredista que viene de 1997, con Cuauhtémoc Cárdenas. Y aunque digan que Miguel Mancera es ciudadano, ganó en 2012 con la estructura del PRD. Aquí es de dos, de Morena y del PRD, de López Obrador y de Mancera. Uno gana, otro pierde. Falta ver cuál.
Nos vemos el martes, pero en privado
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