SABÍAS QUE… ? ENLA REUNIÓN FAMILIAR DE FIN DE AÑO NO DEBE FALTAR LA “TOLERANCIA Y EL RESPETO”

NACIONAL, SABÍAS QUE...?

CIUDAD DE MÉXICO, MX.- “¿Cómo que no te has casado?”, “¿Para cuándo los hijos?” o “¿Por qué estás tan gordo?”, son algunas de las preguntas incómodas que suelen surgir en las reuniones familiares decembrinas y que psicólogas sugieren evitar.

Aunque en estas fechas se reencuentre con los parientes que hace tiempo no veía y realmente quiera ponerse al tanto de sus vidas, hay maneras de preguntar sin incomodar o hacer “bullying” a los demás.

La psicoanalista Adriana Loyola, profesora del Tec de Monterrey, señala que deben evitarse comentarios irónicos o sarcásticos y críticas directas; sin embargo, también sugiere ser tolerantes y no asumir cualquier comentario como si fuera una afrenta personal.

“A veces tomamos muy personal un comentario fuera de lugar, pero podríamos tomarlo de manera receptiva: saber escuchar, saber hablar de los propios afectos y de la propia vida.

“Al ser ya el cierre de año, empezamos a cuestionar cómo fue mi año, si lo hice bien o no, si llené las expectativas, y creo que estamos más sensibles a no saber recibir comentarios o cuestionamientos”, explica.

Loyola detalla que entre familiares con una brecha generacional importante, como los abuelos o tíos y los adolescentes, puede resultar más complicado entenderse.

Para evitar fricciones, aconseja hacer preguntas abiertas que den oportunidad al otro de hablar de los temas que prefiera y no asumir cómo se siente ni qué debería pensar.

Y para dirigirse a un adolescente, considera importante no exhibirlo, regañarlo o juzgarlo, sino interesarse por lo que le gusta hacer.

“Una recomendación a los adultos es que se interesen por conocer el mundo de los adolescentes, es decir, si les gusta la música o las redes sociales. Por ejemplo: ‘A ver, enséñame la foto’ o ‘Platícame de esto’, ¿Qué tal la escuela?'”, ejemplifica.

“A veces como adultos decimos: ‘Es que yo conozco esto’ y nos cerramos, pero es importante con el adolescente permitirle tener confianza”.

La psicoterapeuta Mariana Villafuerte, profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), asegura que no se trata de evitar temas polémicos, como religión o posturas políticas, sino abordarlos desde el respeto, la tolerancia y con asertividad.

Sin embargo, subraya, si considera que algunos temas pueden ser muy espinosos entre los integrantes de la familia, sugiere no iniciarlos y evitar conflictos de percepciones o valores.

Es preferible, en esos casos, hablar de proyectos, viajes o aspectos de la vida cotidiana.

Ambas expertas coinciden en que la clave está en promover un diálogo asertivo.

Es decir, comunicarse de manera respetuosa, clara y empática, y remarcan la importancia de apreciar los momentos en familia y sobre todo no ver las cenas como una obligación.

“Es valorar que tenemos la posibilidad de reunirnos con las personas con las que compartimos una historia familiar, consanguínea.

“También es una oportunidad de refrescarnos, de conocer a los otros, unir lazos y sacarle el provecho y el lado positivo a estas reuniones”, señala Villafuerte.

Buena vibra

La psicoterapeuta Mariana Villafuerte sugiere que desde la planeación de la cena de Año Nuevo, se establezca un objetivo positivo como parte de la reunión y tratar de cumplirlo durante todo el festejo.

Por ejemplo: acordar que no se harán comentarios agresivos, que no se recordarán problemas familiares o situaciones tristes y tratar de enfocarse en algo, como hablar de los orígenes de la familia.

“Se puede establecer que no haya consumo excesivo de bebidas alcohólicas, llevar juegos de mesa, hacer actividades que muevan la energía y no se esté solamente en la mesa”, señala.